1 de julio de 2017.
Nuestro último encuentro del curso se realizó en nuestro lugar habitual de encuentros: el saloncito pequeño del callejón de la parroquia.
Las fechas veraniegas impidieron que pudiéramos participar todos en este encuentro, pero la alegría, la comunicación y el diálogo estuvieron presentes como siempre.
Reflexionamos sobre la PdV del mes de julio: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11, 28). Que nos ayudó a no dejar de pensar en los necesitados, pero también en poner nuestras cargas y nuestros dolores en el corazón de Jesús.
“Con su enseñanza, Jesús mostraba una atención especial por ellos y por todos los que estaban excluidos de la sociedad porque se los consideraba pecadores. Él deseaba que todos pudiesen comprender y acoger la ley más importante, la que abre la puerta de la casa del Padre: la ley del amor. Pues Dios revela sus maravillas a quienes tienen un corazón abierto y sencillo”.
“Acojamos la invitación de Jesús a acudir a Él y reconozcámoslo como fuente de nuestra esperanza y de nuestra paz.
Acojamos su mandamiento y esforcémonos por amar como hizo Él, en las mil ocasiones que nos suceden cada día en la familia, en la parroquia, en el trabajo: respondamos a la ofensa con el perdón, construyamos puentes en lugar de muros y pongámonos al servicio de quienes sienten el peso de las dificultades”.
Hubo mucha comunicación y también propuestas para estar atentos a los necesitados de nuestro entorno.
Para finalizar escuchamos el mensaje final de la CH y nos fuimos a cenar a la terraza del Casino de Aljucer.