15 al 23 de septiembre de 2019
Siempre he deseado visitar los Santos Lugares y este año por fin lo iba a poder hacer, pero la imprevista intervención quirúrgica que tuve en julio y el posterior tratamiento lo hacían peligrar. Cuando le hice la pregunta al médico, me preguntó las fechas del viaje y me dijo que me ponía el tratamiento de modo que para esas fechas estuviese bien y pudiera hacerlo.
Con esa confianza me fui de viaje y realmente no me han faltado las fuerzas en el mismo, aunque resulta cansado, pues todos los viajes donde no se para y hay que levantarse bien temprano lo sean.
Ha sido un peregrinaje por los lugares donde nacen nuestras raíces cristianas. La casa de María donde dijo su SÍ al ángel y que yo renové con todos, la Basílica de la Natividad de Belem donde celebramos misa por todos nuestros niños y yo también pedí especialmente por nuestros gen3 Y gen4, además de por mis Rodrigo, Andrés y Pablo y que al final besamos El Niño y cantamos villancicos . La casa de la Sagrada Familia, María Jose y Jesus en medio de ellos. Los lugares de la vida pública de Jesus, Canaán, Cafarnaúm , Betania, lago Tiberiades, donde nos embarcamos y escuchamos el relato de la tempestad…….la impresión estando en esos lugares no se puede explicar pero te lleva a renovar tu fe, como lo hicimos junto al río Jordán donde renovamos las promesas del bautismo.
Jerusalén: allí hicimos la última Pascua de Jesús incluida la celebración de la eucaristía en la iglesia del Cenáculo y en la Basílica del Santo sepulcro. Realmente hacer el Vía Crucis por la Vía Dolorosa, empezando en la Torre Antonia (donde estaba Pilatos) y acabando en el sepulcro de Jesús es una experiencia que no deja indiferente. Estar en el monte de los olivos y renovar el dolor de Jesús «Jesús Abandonado del Padre» de renovar mi Sí, siempre enseguida y con alegría a los dolores imprevistos que nos llegan en la vida.
También ha habido tiempo para hacer turismo y visitar Petra, la gran ciudad de los nabateos y Aman la capital de Jordania.
Hacer esta peregrinación con los hermanos franciscanos sido una gran experiencia, por la sabiduría del padre Cuenca y el cuidado de todos nosotros del padre Antonio, donde todo estaba preparado, los lugares más emblemáticos para celebrar la Eucaristía diaria y escuchar los relatos bíblicos de cada lugar que visitábamos.
Sin lugar a dudas una experiencia recomendable para todos.
María José Carrasco